Esa embarcación construida en 1947 con lapacho y algarrobo, tenía originariamente la finalidad de transportar madera y frutos en el delta del Paraná. Cuando el señor Ezcurra la adquirió, en 1995, la transformó en un barco para estudios hidrográficos. 

 

Fue así como, remontando los ríos Paraná y Paraguay, le surgió la idea de hacer navegaciones cortas con jóvenes para enseñarles la importancia del cuidado del medio ambiente.

 

Los alumnos tomaron muestras del agua para observar sedimentos, comprobar si había contaminación y midieron la velocidad de las corrientes con diversos métodos.

 

La Escuela Goleta brindará una excelente oportunidad a quienes embarquen de tomar contacto con el medio ambiente fluvial y marítimo. Basados en esta y otras experiencias similares, los miembros de la Fundación continúan elaborando programas educativos destinados a aprovechar al máximo cada oportunidad en cada navegación.