Boletines

La NEI, como metáfora de la vida

Las Navegaciones Educativas Inclusivas de la FEGB comienzan mucho antes de zarpar. Las convocatorias de los grumetes, son producto de un mecanismo de análisis y coordinación, que se inician con mucha anticipación. Miembros voluntarios del Comité de Navegaciones, comienzan a coordinar un engranaje que incluye desde los capacitadores de tierra y de a bordo; a aquellas personas que realizan el apoyo logístico, hasta personal del club náutico y al capitán del velero en el cual se realizará la NEI, y todo esto, transcurre atentos al pronóstico meteorológico.

Y finalmente llega el día tan esperado por todos. El día de la Navegación Educativa Inclusiva y en este caso, fue la NEI 17, que zarpó el viernes 26 de julio desde las amarras del Yacht Club Argentino, a bordo del Fjord VI, al mando del capitán Carlos Saguier Fonrouge y llevando a bordo cuatro grumetes, dos de ellos, de la ciudad de Puerto Madryn. La cita fue a la mañana temprano, en la sede del club.

Cuando el encuentro de los grumetes se produce, en general, no se conocen entre sí. Pero comienzan a hacerlo durante la charla inicial, en la que son introducidos en los propósitos de la actividad, tanto para la Fundación -de aprendizaje y preparatorias- como para los participantes, además de brindarles conocimientos sobre algunos aspectos técnicos de la navegación y la seguridad a bordo.

 

La NEI17 en acción Metáfora de la vida


En cuanto a los propósitos dirigidos a los grumetes, César Recalde, capacitador de esta NEI, referenció la actividad a realizar en el velero, como la “metáfora de la vida”, haciendo una analogía entre los desafíos a superar a bordo y los desafíos a enfrentar en la vida diaria. En algunos casos, ese desafío se presenta desde el primer minuto, ya que la mayoría de los grumetes, jamás ha tenido la oportunidad de vivir la experiencia de navegar en un velero y sentirse integrados a la naturaleza, al agua, a otras personas que acaban de conocer, y al trabajo en equipo, condición necesaria para llegar a buen puerto.

Una vez sobre la cubierta del velero, ya se saben el nombre del otro, ya han compartido parte de la mañana, un buen desayuno; ya conocen algunos términos que nunca antes habían escuchado. Y sobre todo, comienzan a pensar en qué es eso de la metáfora. La vida y un velero. La vida, allá en la vida real y la vida a bordo, al menos por unas horas.

Trabajar en equipo.


Soplando del noreste

Los vientos del noreste, que soplaban entre 14 y 20 nudos, y enfriaban bien el aire, no amedrentaron a los navegantes, que durante más de cuatro horas, participaron de la NEI 17 de la Fundación, surcando las aguas del Río de la Plata, frente a la costa de la Ciudad de Buenos Aires. La ciudad desde el agua. Desde otro punto de vista, en todos los sentidos.

La camaradería y el trabajo en equipo no tardaron en llegar a la hora de hacer frente a los desafíos propuestos y realizar maniobras a bordo, a fin de poner el velero a “son de mar”. Tareas típicas  de una navegación. Izar y arriar la mayor, el genaker, vela que hizo vibrar de emoción el cuerpo y el alma de los navegantes, cuando con más velocidad y bastante escora, el Fjord VI se dejó llevar para el disfrute de todos a bordo. Y orzar, derivar, llevar el timón, no perder de vista la proa, ubicar la posición en la carta náutica, estar atentos a boyas y balizas y por supuesto, hacer un espacio para un almuerzo, regado de buen humor.

Qué felicidad

El tráfico era intenso por el canal Mitre y de Acceso al puerto de la Ciudad de Buenos Aires. Las olas imprimieron a la actividad, adrenalina extra y duplicaron el esfuerzo por superar los desafíos, que fueron ampliamente  superados.  Si no, sólo basta escuchar las palabras pronunciadas por Norberto Rachetti, que luego de la caminata sobre cubierta, una vez en el púlpito y con la cara cortando el viento, gritó para que todos lo escucharan: ¡Qué felicidad! ¡Mirá si no vale la pena estar vivo! Y todos lo escucharon.

Emociones.


Al finalizar la NEI y regresar a la amarra, los grumetes colaboraron en el “arrancho” del velero, dejando cabos y defensas en orden, además de realizar limpieza en el cockpit. Al volver a tierra, los participantes fueron recibidos por el presidente de la FEGB, Diego Leivas, quien agradeció la participación y confianza de los grumetes y al capitán del Fjord VI. Antes de despedirse, los grumetes dejaron sus testimonios.

Testimonios

Para Germán Auce, especialmente llegado desde Puerto Madryn junto a su joven hijo para participar de esta experiencia, todo lo vivido “fue muy enriquecedor, tanto desde el punto de vista de la comunicación como desde la infomación y vivencias. Compartir, aprender a convivir con los demás, trabajar en equipo, con gente que acababa de conocer. Estoy muy feliz porque además siento que mi hijo sale de aquí fortalecido, por lo que agredezco a la Fundación todo el esfuerzo que están haciendo para seguir avanzando en este proyecto”.

En tanto, su hijo Enzo, quien llegó junto a su padre desde Puerto Madryn, expresó que “fue una muy buena experiencia de vida.  Me gustó la idea del trabajo en equipo, me pareció muy bueno el trabajo de los capacitadores, y el capitán, nos brindaba mucha seguridad  y a la vez, nos hacía sentir confianza en nosotros mismos al dejarnos timonear y hacer otras tareas a bordo”.

Desafío a pleno.


Por su parte,  Norberto Rachetti dijo que “hoy he podido enriquecerme y experimentar sensaciones hasta ahora no vividas que me hacen sentir feliz y me van completando como persona. Desde ya estoy agradecido a toda la tripulación y a toda la gente que hace la Escuela Goleta”.

Por último, Fabián Pino, estudiante chileno, residente en Buenos Aies, manifestó que se va  “muy contento, fue una experiencia que nunca había vivido. Fue muy satisfactoria para mí y para mis compañeros, según entiendo dado lo que experimenté con ellos a bordo. Fue mucho más de lo que esperaba. Muchas gracias por todo este esfuerzo”.

Al timón.


A los testimonios de los grumetes, a sus palabras, sólo podría agregarse, parafraseando al grumete  Norberto Rachetti, allá en el púlpito durante la navegación: ¡Mirá si no va a valer la pena este esfuerzo!

La NEI 17
Acompañaron la NEI17, Carlos Manuel López, como apoyo de tierra; Matías Paillot como capacitador a bordo junto a César Recalde y Ana Moller Jensen, como observadora, prensa y fotografía, y Gustavo Nordenstahl.
La FEGB agradece una vez más al Yacht Club Argentino, por ceder el Fjord VI para la realización de estas navegaciones y al personal del club. Un reconocimiento especial para Carlos Saguier Fonrougue, por su apoyo, actitud y colaboración.

Enzo y Germán Auce, César Recalde, Diego Leivas, Matías Paillot,
Fabián Pino y Carlos Saguier Fonrouge. Sentado, Norberto Rachetti.


Más fotos, hacer clik  aquí.


70ldemuyb9