En una travesía en solitario y con fines sociales, llegó al Puerto de Buenos Aires la navegante mexicana, Galia Moss. Estuvimos con ella y nos habló de las virtudes de la navegación a vela y su pasión por ayudar a los demás.
El puerto de Buenos Aires es sólo una escala en su meta trazada: la vuelta a América Latina a vela, a bordo de El Más Mejor, su velero de once metros de eslora y casi cuatro de manga. Galia Moss zarpó en noviembre de 2012 desde el Parque Xcaret, en el Caribe mexicano. En el trayecto recorrerá 15.600 millas náuticas, que completará cuando arribe a Acapulco, en el Pacífico, luego de 180 días de navegación.

 

Luego de recorrer 7.740 millas náuticas y apadrinar a más de 1400 estudiantes de escuelas primarias, la velerista mexicana, Galia Moss, amarró su velero en el Yacht Club Puerto Madero,  donde fue recibida por el gerente general de esa institución, Javier Cattáneo,  y el embajador de México en Argentina, Francisco del Río.
 

Proveniente de Montevideo, su escala anterior, esta navegante solitaria permanecerá aproximadamente dos semanas en Buenos Aires, donde además de contactarse con instituciones de bien público, aprovechará para reponerse de una lesión en el hombro, que la tiene a mal traer desde su salida de Río de Janeiro.

La primera mujer latinoamericana en cruzar el Atlántico en solitario
 

No es la primera vez que Galia Moss -quien se acercó al deporte de la vela a los 24 años- realiza un proyecto en solitario, ya que tiene en su haber dos cruces al océano Atlántico. Luego de dos años en busca de apoyo y patrocinios, realizó el primer cruce en 2006, uniendo Vigo, España, con el puerto de Cancún, en México. La travesía la completó en 41 días. En esa ocasión, se convirtió en la primera mujer latinoamericana en cruzar el Atlántico.

Algunos años después, en 2011, Galia Moss repitió la hazaña pero soltando amarras desde Veracruz, México a Horta, Portugal. En ambas ocasiones, sus proyectos estuvieron vinculados a causas sociales. Logró que diversas fundaciones donaran 644 casas destinadas a familias mexicanas de bajos recursos y 708 niños fueran beneficiados durante dos años y medio, con paquetes nutricionales. 

Sensibilidad social
 

"Desde niña he querido hacer algo y colaborar para estrechar la diferencia de clases que existen entre las personas, es por eso que  quise unir la navegación con las causas sociales", dijo Galia Moss al ser consultada por sus proyectos y forma de vida.
 

Sobre su arribo a Buenos Aires, manifestó que fue muy interesante la navegación a través del Rio de la Plata desde Montevideo: "Es es muy distinto a lo que estoy habituada. Acá nunca hay demasiada profundidad, eso es casi increíble y el color del agua. Vas avanzando y cruzas barcos enormes con tan poca profundidad, también hay muchos barcos hundidos, que no es algo común en cualquier lugar.  El color del agua, marrón verdoso a convertirse totalmente al marrón. También me sorprendió el comportamiento del viento.  De pronto, cesó completamente y se  llenó de insectos el velero y como dicen que después de eso puede llegar el Pampero, estuve muy atenta al horizonte esperando la nube típica con forma de cigarro que me habían descripto, pero por suerte no pasó pero llegando acá, a Buenos Aires, me encontré de pronto con un viento de casi 37 nudos, muy distinto a lo que stoy acostumbrada en el Caribe".

La causa social es el aspecto más importante de mis navegaciones
 

Galia Moss no imagina estas navegaciones en solitario, sin perseguir sus sueños de igualdad social, de aportar a quienes menos tienen. "La causa social es el aspecto más importante de mis navegaciones. Cuento las millas y así sé a cuántos niños estoy ayudando. Ese es mi principal estímulo. Antes de zarpar, visité la escuela y me dieron una caja con 600 cartas que los alumnos que iban a ser apadrinados, habían escrito para mí. Luego de este proyecto, quisiera estar más en contacto todavía con la causa social". 

"Me parece increíble el proyecto de la Escuela Goleta"
 

Sobre el proyecto de la Fundación Escuela Goleta, dijo que "me parece increíble este proyecto. Cuando lo conocí, enseguida pensé que podía llevar la idea para que alguien con las herramientas necesarias pueda llevarlo a cabo en mi país".

Sobre el esfuerzo para conseguir fondos para llevar adelante sus travesías solidarias, dijo que "lo que más trabajo me costó fue el patrocinio pero el apoyo para los fines solidarios no fue tan complicado. Esto que inicié era muy novedoso y en general, en México, el patrocinio es para el fútbol...Sin embargo, por el compromiso solidario, he obtenido apoyos importantes como Televisa, entre otros. Muchos de los que seguían mis travesías, decían algo así como que "no sólo está allá afuera, sola,  sino que a partir de ello, se construyen casas". Destacó que otro aspecto positivo es que a partir de su ejemplo, muchos deportistas realizan proyectos con objetivos sociales en México.
 

Como ejemplos en el mundo, mencionó y demostró su admiración por la velerista mundialmente conocida, Ellen MacArthur, quien lleva adelante una fundación dirigida a niños con cáncer. "Los lleva a navegar y es algo increíble. Les da a ellos un día espectacular. Hay mucho por hacer. Por la vela y por las causas sociales".

 

Virtudes de la navegación a vela

Y no podía faltar esta pregunta, a Galia Moss, sobre cuáles son para ella, las virtudes de la navegación a vela. "Es enfocarte, es estar presente, porque si no lo estás se te cae tu mástil, porque le pusiste vela de más o de menos, es poder llevar una vida con tu cuerpo y la naturaleza. Yo estoy a merced de la naturaleza. A veces hay tanto viento que suplicas ¡oh, no por favor, no! pero no te oyen, de pronto, no hay nada de viento y pides por favor, un poco de viento y tampoco te oyen. Aprendes mucho de paciencia, esa parte de saber que no tienes el control y eso es en mí muy difícil ya que soy muy perfeccionista. Me gusta tener control. Soy capitana pero no estás en control. Y trato de llevar esa situación a mi vida".

Para concer más de esta navegante www.galiamoss.org

Galia Moss, navegante solidaria.

Galia Moss es presentada por el gerente general del Yacht Club Puerto Madero, Javier Cattáneo, junto al embajador de México.

El Más Mejor, velero con el que realiza la travesía.