En el marco del ciclo de charlas y conferencias que inició la Fundación Escuela Goleta, dentro del Proyecto Mecenazgo del GCABA, con el objetivo de difundir la historia del Puerto de Buenos Aires y la cultura marítima de la Argentina, tuvo lugar el miércoles 21 de noviembre, en la sede del Apostadero Naval, la conferencia dictada por el doctor Guillermo Oyarzábal, “El Río de La Plata: su geopolítica y evolución en la segunda mitad del Siglo XIX”.
Camino de las grandes realizaciones
La charla, que fue seguida con atención por el auditorio, destacó el lugar que el Río de la Plata y su proyección marítima han tenido en la concepción geopolítica y estratégica de nuestro país desde sus orígenes. Con ese hilo conductor, el capitán Oyarzábal fue describiendo los hitos que articularon la rica historia naval Argentina.
El contenido no sólo señaló el camino de las grandes realizaciones en medios e infraestructura, que hacia principios del siglo XX ubicaron a nuestro país y a la Armada Argentina en un lugar de privilegio entre las naciones sudamericanas, sino que por encima de ello describió el gran esfuerzo organizador, la voluntad conciliadora y la capacidad de nuestros marinos para transformar los viejos paradigmas en visiones modernas y alentadoras.
El doctor Guillermo Oyarzábal.
Desde las improvisadas armadas de las guerras por la independencia y la restringida escuadra fluvial de Sarmiento, hasta los grandes buques de proyección marítima que permitieron junto a la acción del Ejército la integración al cuerpo de Nación de toda nuestra Patagonia, quedó la idea del esfuerzo gigantesco de aquellos hombres que con vocación, voluntad e inteligencia hicieron la Patria. En sus conclusiones Oyarzábal destacó la idea de la importancia de contar con jóvenes con fe en el futuro y confianza en sus capacidades, como origen y motor para poder transformar la realidad.
Diego Leivas, durante la apertura de la conferencia.
Contribuir al conocimiento
Al finalizar su exposición, lo consultamos sobre el proyecto de la Fundación Escuela Goleta, teniendo en cuenta este contexto. En ese sentido, el doctor Oyarzábal manifestó que "el proyecto del buque escuela es, en sí mismo, un esfuerzo de aliento, que muestra el compromiso de los argentinos y especialmente de aquellos vinculados con el mar para transformar efectivamente la realidad. La iniciativa, que se materializará cuando el buque esté concluido, tiene en su largo y quizá no menos azaroso camino, la virtud de contribuir al conocimiento y con él a la comprensión de la importancia, que en la Argentina, tienen sus litorales marítimos y la extensión de nuestro mar".
Con respecto al aporte del barco escuela, dijo que "el principal aporte será sin duda el formativo. En la visión de Sarmiento, sobre cuyo pensamiento hay que abrevar cada vez que se piensa en educación, la enseñanza es el instrumento que le permitirá a la sociedad argentina proyectarse hacia el futuro. La goleta escuela puede además levantarse como un ejemplo positivo de lo que son capaces los argentinos que quieren sinceramente a su Patria".
En cuanto a la inclusión social, agregó que "todo buque al proyectar su misión más allá de su propio puerto es un factor de cultura e ilustración. La actividad marinera en un buque a vela tiene un valor agregado indiscutible, porque además es una escuela de carácter. La formación de los hombres de mar incluye, además del adiestramiento adecuado, el de los principios éticos donde se sustenta la tradición marinera. Como afirmaba el comodoro Martín Rivadavia al defender la adquisición de un buque a vela para formar los oficiales de nuestra Armada sobre fines del siglo XIX, es en ellos “donde se comprende el significado de enfrentar al mar, eterno enigma y viejo camarada de los fuertes, que lejos de amilanar al hombre lo fortalece, llenando su espíritu de positivas emociones”.
"En fin –siguiendo también las palabras de Rivadavia- no podrá hallarse mejor escuela que la navegación en un buque de arboladura, para desarrollar la actividad moral e intelectual, formar el espíritu, la previsión, la perspicacia, el valor de la responsabilidad y la prontitud en las resoluciones difíciles. Por estas razones la goleta puede entenderse como el vehículo más adecuado para trasmitir los objetivos de educación, responsabilidad social y cultura".
"En fin –siguiendo también las palabras de Rivadavia- no podrá hallarse mejor escuela que la navegación en un buque de arboladura, para desarrollar la actividad moral e intelectual, formar el espíritu, la previsión, la perspicacia, el valor de la responsabilidad y la prontitud en las resoluciones difíciles. Por estas razones la goleta puede entenderse como el vehículo más adecuado para trasmitir los objetivos de educación, responsabilidad social y cultura".
Luego de la charla. Jorge San Martino, Guillermo Oyarzábal, Diego Leivas y Contralmirante Eduardo Jorge Urrutia.