Quienes reciben este boletín mes a mes, y todos los amigos que se van sumando, conocen el proyecto de la Fundación Escuela Goleta del Bicentenario: ser una escuela de valores, de liderazgo, de inclusión social, dirigido a jóvenes de todo el país y que para ello, construye en el complejo CINAR, un bergantín goleta, la Santa María de los Buenos Ayres (SMBA).
Y todos sabemos el valor que tiene para la Fundación Escuela Goleta del Bicentenario (FEGB), el apoyo que distintas empresas, instituciones y amigos, brindan para que la construcción de la Santa María de los Buenos Ayres avance día a día, sin detenerse.
Es por eso, que a partir de este boletín les presentaremos a nuestros amigos benefactores ya que sin su apoyo, el proyecto que hoy es una realidad, seguiría siendo nada más que un sueño.
En esta ocasión entonces, les presentaremos a uno de nuestros grandes benefactores, el Museo Marítimo de Ushuaia.
Todos conocemos al menos por referencia, la importancia, valor histórico y cultural de esta institución, uno de los grandes atractivos que no se pueden dejar de visitar cuando se tiene la suerte de pisar suelo fueguino y cuyo apoyo, es para la FEGB, de gran importancia y jerarquía.
Pero dejemos que sea Carlos Pedro Vairo, director del Museo Marítimo y del presidio de Ushuaia, museólogo, escritor, historiador e investigador, quien nos cuente por qué apoyar a la Fundación Escuela Goleta.
El mar y el arte de navegar
“El objeto principal del Museo Marítimo de Ushuaia es investigar y difundir los temas marítimos en una provincia que en realidad es un gran archipiélago. Ya el nombre nos da una pauta: Provincia de Tierra del Fuego, Antártida, e islas del Atlántico Sur. La Isla Grande de Tierra del Fuego esta compartida con Chile pero en realidad se trata de un gran archipiélago.
Como decimos nosotros hasta los indios navegaban ocupando desde el Canal Beagle hasta el Cabo de Hornos y la Isla de los Estados y hacia el norte todo el occidente de Tierra del Fuego, incluido el Estrecho de Magallanes; esto desde hace unos 6 mil años. Lo más notable es que lo hicieron con canoas de corteza, que en realidad eran prácticamente embarcaciones con costillas, calafateadas, lastre interno e impermeabilizadas y propulsadas por remos lanceolados especiales para no quedar atrapados por las algas. (Los pueblo Yagán y Alakalufe).
Los misioneros debieron saber navegar para tratar de evangelizar a los pueblos originarios y la zona fue colonizada por argentinos que arribaron en 1884 con la División Expedicionaria del Atlántico Sur, comandada por el comodoro Lasserre.
Así fue como primero instalaron el Faro de San Juan de Salvamento (el del Fin del Mundo) y la correspondiente Estación de Salvataje en la Isla de los Estados y funda la ciudad de Ushuaia frente a una Misión Anglicana de origen inglés. Un claro acto de soberanía efectiva tomando el territorio que nos correspondía según el tratado de límites de 1881.
El lugar se fue poblando y en forma natural tanto los comerciantes como los estancieros trasladaban mercancías y ganado en sus goletas o cúteres. A los cazadores de lobos marinos siguieron los buscadores de oro que llegaban hasta de Estados Unidos en pequeñas embarcaciones. A la Colonia Penal y luego el Presidio los penados llegaban en buques y las únicas fugas exitosas fueron las que involucraron embarcaciones.
La Armada Argentina se encargó de mantener la unión con el continente (alimentos, medicina, correo, etc) y luego las expediciones a la Antártida. Como se puede comprobar todo giraba en torno al mar y el arte de navegar.
Con la llegada de los vuelos comerciales todo sobre la navegación se fue perdiendo. Salvo los marinos de carrera eran muy pocos los civiles que sabían navegar.
De esta manera fue tomando forma el Museo Marítimo de Ushuaia. No sólo reflejando la historia regional que es netamente marítima, sino realizando la primer reconstrucción de una canoa de corteza yamana, expediciones a la Isla de los Estados, recorrer el litoral de la Isla Grande de Tierra del Fuego y realizar un inventario de naufragios, expediciones a la Antártida. Todo esto se vio reflejado en el hallazgo del Espora de Luis Piedra Buena, la reconstrucción e investigación del Faro de San Juan de Salvamento y la investigación de antiguos asentamientos balleneros en la Península Antártica entre otros trabajos.
El Museo Marítimo y la Fundación Escuela Goleta
Desde un principio teníamos en mente con el oceanógrafo Horacio Ezcurra realizar una réplica del cúter “Luisito” de don Luis Piedra Buena. Poder navegar por la zona y de esa forma acercar a las nuevas generaciones al mar.
Ya desde 1980 tanto por los clubes náuticos como la difusión de la historia marítima y el accionar de la Base Naval y La Prefectura de Ushuaia se había logrado un gran paso. La bahía de Ushuaia contaba con un gran número de embarcaciones, kayaks, canoas, windsurf, escuela para los más pequeños, un interesante grupo de buzos y un gran parque de turismo náutico.
Por todo lo expuesto es natural que Ushuaia esté junto a la Fundación Escuela Goleta. De otra forma sería una incongruencia. Aunque sea por medio del Museo Marítimo pero en realidad es el sentir de mucha gente de Tierra del Fuego.
Por todo lo realizado y el accionar futuro es que debemos acompañar dicho proyecto inclusivo. Nuestro gran sueño, me refiero a todos los socios de la Asociación Civil Museo Marítimo de Ushuaia, es ver la Goleta Santa María de los Buenos Ayres en la bahía de Ushuaia.
Es anhelo de los clubes náuticos y amantes de la náutica y el deporte poder participar en algunas de sus navegaciones. Sabemos lo importante que es poder integrar tripulaciones con profesionales que puedan transmitir sus conocimientos y no solo los náuticos sino aquellos que forman a las personas en trabajos de equipo, tal vez con distintos roles pero todos con un objetivo que es salir adelante juntos. Sin distinciones, pero sí con un mando que es por conocimiento, capacidad y escala de valores. De esta forma pensamos que las tripulaciones se van a integrar con el placer de haber participado conjuntamente como también podrán integrar otra geografía de la Argentina que es la de sus costas, puertos e islas. La de su rica historia marítima y la gran riqueza económica que algún día también podamos integrar”.
Director del Museo Marítimo Ushuaia, Carlos Pedro Vairo