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Reunión en el astillero del Complejo Industrial

Reunión en el astillero del Complejo Industrial
Naval Argentino Primer encuentro de voluntarios de la Escuela Goleta

 

El voluntariado como valor social se incorpora al proyecto


El voluntariado social es un movimiento de valor que las sociedades avanzadas promueven para el logro de fines sociales a través de ONGs y para el fomento de una conciencia social. Las Naciones Unidas incorporaron hace mucho tiempo el tema a su agenda. En 2002 se declaró el día internacional del voluntario. La primera dama de EEUU presidió la Conferencia Nacional Anual sobre voluntariado llevada a cabo en San Francisco entre el 22 y el 24 de junio de este año organizada por la Fundación Points of Light. Esta fundación, integrada por presidentes y CEOs de empresas globales fomenta el valor del voluntariado y provee recursos de conocimiento y apoyo al mismo.
 

La Fundación Escuela Goleta del Bicentenario, con su página web como único vehículo, efectuó un llamado a voluntarios que a lo largo del tiempo sumó alrededor de una treintena de adhesiones. 

El trabajo voluntario en la Fundación fue concebido no sólo como un apoyo al gran trabajo multidisciplinario que un proyecto como el de la Escuela Goleta requiere, sino también como un valor agregado en su contribución a la sociedad. Ello es así toda vez que la difusión de esta práctica fomenta el espíritu solidario en la percepción social.
 

Mesa redonda

Con el fin de progresar hacia la instrumentación completa y el lanzamiento del Programa de Voluntarios en un futuro próximo, la Fundación convocó al Primer Encuentro de Voluntarios de la Escuela Goleta. El propósito de la reunión fue recoger impresiones e intercambiar ideas con relación a las motivaciones, dificultades y posibilidades que tal programa presenta.

La reunión no podría haber sido más auspiciosa. En esta ocasión ocho voluntarios pudieron encontrarse con parte del equipo de trabajo de la Fundación. El resto hizo conocer la imposibilidad de llegar a este encuentro y su deseo de ser convocados nuevamente.

El encuentro se llevó a cabo el pasado 24 de junio en el Complejo Industrial Naval Argentino Tandanor-Almirante Storni, en la Ciudad de Buenos Aires.

Los voluntarios que dijeron presente fueron Elpidio Manuel Alvarenga, Eduardo Benzo,  Augusto Guerido, Hugo Luis Ledesma, Carlos Manuel López, Selene Malgor López y Julián Zaratiegui.

El afamado navegante, escritor y periodista Ernesto Saikin fue invitado especialmente al evento, adhiriendo al espíritu solidario de la iniciativa.

El presidente de la Fundación, contralmirante (RE) Diego Leivas, acompañado por parte del equipo de trabajo, les dio la bienvenida. “Ustedes han mostrado un interés genuino como todos los que formamos parte de este equipo. Cada vez que hablamos de este tema nos apasionamos y emocionamos por todo lo que implica.”

“Queremos que la ‘Santa María de los Buenos Ayres’ sea el icono marítimo,  educativo, de responsabilidad social y cultural del tercer siglo de existencia de la Argentina, a la que aporta un valor social indiscutible”, sostuvo Leivas. “Nos emociona y es sumamente valioso para nosotros que nos acompañen en un proyecto tan noble”, concluyó.

Posteriormente se realizó una detallada presentación de la visión, los objetivos y los programas en los que se basa el proyecto seguida de una exposición individual de impresiones, visión y motivación para acercarse al proyecto por parte de los voluntarios.
 

Voluntad en marcha

La solidaridad, tan necesaria en tiempos difíciles, es el motor de estos voluntarios que ya están comprometidos con la escuela goleta y los fines de responsabilidad social, educativos y culturales que representa.

En forma desinteresada y aportando su experiencia profesional en las más diversas áreas como contribución previa al trabajo, Elpidio, Eduardo, Augusto, Hugo, Carlos, Selene, Ernesto y Julián se acercaron a este proyecto.

La voluntad en marcha se hace especialmente manifiesta en personas que dejaron de lado sus actividades y le dedicaron tiempo y esfuerzo para participar del encuentro. Esto es particularmente valioso en los casos de Hugo y Selene quienes viajaron desde la provincia de Entre Ríos con el solo fin de asistir a esta reunión.
 

Gratificantes testimonios de motivación

“Entré a la página de la goleta navegando en Internet y me quedé pasmado porque enseguida percibí que es un proyecto ejemplar, en este país en el que faltan ejemplos, sobre todo vinculados a la educación de nuestros jóvenes.” Eduardo Benzo, ingeniero electrónico, docente y navegante deportivo.

“Lo que estamos haciendo acá es poder concretar sueños y fantasías. En lo personal me movilizó mucho este proyecto.” Ernesto Saikin, escritor, navegante y formador de navegantes oceánicos.

“Siempre quise que la Argentina tuviera un barco como este porque estaba en conocimiento de los que hay en el resto del mundo.” Julián Zaratiegui, navegante desde hace 37 años, trabaja en carga, descarga y aseguramiento. Realizó once cursos de la Organización Marítima Internacional.

“Navego desde hace años en distintas categorías y me gustó mucho el proyecto. Desde mis conocimientos de publicidad espero poder colaborar con la Fundación para difundir este proyecto.” Augusto Guerido, publicista.

“En cuanto tomé contacto con este proyecto lo que me gustó fue la claridad y transparencia de la Fundación, eso inspira confianza.” Elpidio Manuel Alvarenga, licenciado en administración.

“Tengo mucha disponibilidad de tiempo, tengo muchas ganas de colaborar y creo que con 50 años tengo un equilibrio entre la experiencia y la madurez como para ser parte de esta propuesta que me seduce mucho.” Hugo Luis Ledesma, ex funcionario público, nadador, remero, capitán del Club de Regatas de Concordia.

“Lo más importante es la posibilidad de dar un gran paso en la historia de la discapacidad. Que los chicos no estén encerrados en una escuela o un centro asistencial, sino que implica un cambio de paradigma, en el que ahora puedan participar a bordo de un barco con personas que no tienen discapacidades.” Selene Malgor López, docente, profesora de educación especial.

“Como me interesa el tema náutico y estoy relacionado con la familia naval, siempre leí en internet del tema de estos veleros de formación que hay en todo el mundo y esperaba que alguna vez se hiciera algo así en Argentina. Cuando uno navega, cuando tiene que esperar, fijar un rumbo, uno comparte muchas cosas con otras personas y aprende a convivir y conocer a los demás que están a bordo. El vínculo que se genera a bordo aunque sea con gente que vive a miles de kilómetros se mantiene. Este proyecto me sorprendió en serio, muy bien!” Carlos Manuel López, ingeniero industrial, navegante.

Luego de los testimonios y puntos de vista, se pasó revista a los principios del trabajo voluntario y al plan de acción que la Fundación se encuentra próxima a implementar en forma efectiva.

Naturalmente surgieron ideas innovadoras, críticas constructivas y puntos de vista valiosísimos que contribuyen a consolidar el rumbo y propuestas concretas de cooperación en las distintas áreas en las que la Fundación lleva a cabo su accionar.
 

Manos a la obra

Posteriormente, todos los asistentes se dirigieron a la nave central del astillero donde se construye la Goleta para mirarla y, como hicieron casi todos, tocarla, sentirla real.

La gran mayoría se sorprendió con el avance de la construcción y las formas que ya evidencian la belleza del casco.

Hubo una interacción interesante con el personal que ejecuta la construcción que interrumpió momentáneamente sus actividades para intercambiar con los voluntarios.

Al interiorizarse con mayor detalle de los propósitos sociales del barco, un supervisor de soldadura dijo que “además del arte y el oficio sabiendo para qué es el barco, le vamos a poner el corazón”.

 

 


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