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Décima Navegación Educativa Inclusiva

 
A bordo del legendario Fortuna, con vientos suaves y cielo despejado, tripulantes y grumetes pudieron disfrutar y desarrollar a pleno las actividades propuestas por la Fundación Escuela Goleta del Bicentenario (FEGB), durante la Décima Navegación Educativa Inclusiva (NEI 10) que se llevó a cabo el viernes 31 de marzo.
La NEI 10 soltó amarras en horas del mediodía, para regresar al punto de partida, la sede del Yacht Club Argentino, pasadas las 16, luego de un extenso recorrido por las aguas del Río de la Plata, frente a la costa de la Ciudad de Buenos Aires.
De esta manera, se concretó la primera navegación inclusiva de 2012, de cara a una intensa actividad programada para el resto del año. Como ya es sabido, las NEI han comenzado con veleros cedidos por la Armada Argentina o voluntarios de la FEGB, mientras la Santa María de los Buenos Ayres se construye en el astillero Tandanor.
 
Entrega de certificados y testimonios
 
Al arribar a la sede del YCA, la tripulación del Fortuna y los grumetes fueron recibidos por el presidente de la Fundación, Diego Leivas, quien luego de las primeras devoluciones y opiniones, les entregó los certificados correspondientes a la navegación realizada. El titular de la FEGB expresó a los entusiasmados grumetes que “es un gran privilegio poder  recibirlos ya que estas experiencias  en las navegaciones educativas e inclusivas, entendemos que son muy valiosas para ustedes pero también lo son para nosotros, en esta etapa de aprendizaje, en este camino que está transitando la Escuela Goleta”.
 
En ese sentido, aprovechó para agradecer a la tripulación del Fortuna y a su comandante, el capitán de Fragata, Luis Tesolín, al capacitador de la FEGB, Leonel Lalín y a los miembros fundadores que también participaron, Matías Paillot y Horacio Ezcurra.
 
Luego de la entrega de los certificados, los grumetes dejaron algunos testimonios, como Claudia Domínguez, de La Plata, quien dijo que  “me parece extraordinario el fundamento de la Escuela Goleta y me gustaría hacer un poco más para apoyar este proyecto, que veo muy importante para el presente y para las futuras generaciones”.
 
En tanto, para Eugenio Rabaglino, oriundo de Luján, fue una experiencia “muy edificante, la camaradería y trabajo en equipo es algo para destacar a bordo. Uno aprende y lo hace en forma de tareas elementales pero a la vez constructivas que son para aplicarlas de manera permanente en cada una de nuestras tareas diarias. Pienso que es un deber, incluso, moral, acompañar a esta Fundación en este trabajo que están haciendo, apuntalando valores apostando no solo a esta generación si no a las futuras”.
 
Para Jorge Remedi, esta navegación fue una "demostración palmaria de que se cumplen los objetivos de la escuela, con todos los elementos de seguridad necesarios y con la buena voluntad de la tripulación y todos los participantes”.
 
Por su parte, Alejandra Sotelo, de Capital Federal, destacó que la experiencia le resultó muy interesante ya que “pudimos trabajar en equipo y ver, algunos, que a pesar que tenemos algunos inconvenientes de movilidad o de mantenernos a bordo, pudimos realizar todas nuestras actividades muy bien”.
 
Por último, tanto para Bruno Domeniconi como para Isabel Carabajal, la participación en esta navegación inclusiva, “fue buena la experiencia de formar grupos de trabajo en el que cada uno aportó sus capacidades y habilidades”.
Tripulación, grumetes y capacitadores de la NEI 10.
¡Preparando la mayor!

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