Asistieron también los socios: señor Fernando Rall y su señora, la señora de Piraino, el señor Arturo Bravo de Laguna y su señora; y las señoras María Susana Uzal, Paola Lattuada y Silvia Lattuada.

 

“¡Vamos a llegar a buen puerto! –afirmó Diego Leivas refiriéndose a la construcción de la Escuela Goleta--. Y eso gracias al Yacht Club Olivos y a la gente e instituciones que colaboran a diario con la Fundación”. 

 

A su vez recordó que, si bien el barco es una idea de la Armada para que los ciudadanos civiles tengan la posibilidad de navegar en un velero escuela, la construcción y futura operación está a cargo de la Fundación Escuela Goleta del Bicentenario gracias a los aportes de entidades públicas y privadas, más los donativos voluntarios de todos quienes conocen y apoyan el proyecto (Programa Amigos).

 

Hablando de navegante a navegantes, el presidente del Consejo de Administración de la Fundación dijo:”Ustedes saben que en un barco es uno para todos y todos para uno. Se fomentan el espíritu de equipo y el compañerismo”. Y destacó: “Los miembros de este yacht club son un ejemplo, marcan el rumbo por ser los primeros y esperamos que los imiten”. 

 

A su turno, el licenciado Jorge San Martino remarcó la importancia de dar a conocer el proyecto e instó a los miembros del Club a que ayuden al “efecto contagio entre clubes”. “Que el nombre de un club náutico esté en una bita es un gran honor”.

 

Los presentes se mostraron interesados en las características de la Goleta y el avance en la construcción –que ya se encuentra en la etapa de construcción de casillajes para comenzar las superestructuras--. Los interesados en visitarla pueden inscribirse mediante un formulario del sitio web de la Fundación www.escuelagoleta.org.ar

 

Por su parte, la comodoro del YCO, doctora Uzal, expresó que “cuando oímos por primera vez del proyecto en la reunión de comodoros a bordo de la fragata “Sarmiento”, nos gustaron mucho varios aspectos, como la iniciativa educativa y cultural, el espacio para gente con capacidades diferentes y en recuperación de adicciones. Es importante el desarrollo del espíritu náutico, la solidaridad, el altruismo, y en ese objetivo coincidimos la Fundación y este yacht club”.

 

Y recordó algo muy importante: “La noche que presentamos el proyecto ante la comisión directiva, nadie dudó en ayudar”. Esa voluntad se materializó con la entrega de la primera bita para la “Santa María de los Buenos Ayres”.